Como el sentimiento de euforia cuando alguien que te gusta te besa por primera vez, aunque luego el momento se consuma tan rápido como un cigarro.
O cuando cruzas la mirada con un completo desconocido y en vuestros ojos se ve reflejada pasión.
O cuando de pequeño te caías y tu madre te daba un beso para que doliera menos.
O cuando algo planeado sale maravillosamente bien, aunque pocas veces pasa.
O cuando estás en una relación y la felicidad es tan extrema que te gustaría estar así siempre, que el tiempo se detuviese y os dejase eternamente abrazados, mirándose el uno al otro, como si de una fotografía se tratase.
Menos mal que nunca cambia nada.
A pesar de crecer, cuando sufras tu madre seguirá consolándote.
A pesar de que el momento no sea eterno con esa persona a la que amas, habrán más situaciones y personas que te harán sesear que el mundo se detenga.
Seguirás enamorándote a primera vista de muchos desconocidos, ...
Porque da igual el tiempo que pase, siempre nos quedarán situaciones por repetir y situaciones que experimentaremos por primera vez que nos harán elevarnos hasta el infinito.