martes, 25 de agosto de 2020

►El dinamismo.

Y nos preguntábamos si seríamos felices. Si encontraríamos al amor de nuestra vida. 

Existía en nuestras mentes una fantasía ilusoria en un supuesto príncipe azul que nos haría ver el mundo de una manera que jamás podríamos haber soñado. 

Y así pasaban los años, soñando con la persona ideal que nunca llegaba, ilusionándonos con cada una de ellas que pasaban por nuestras vidas, suplicando y anhelando que esa sí se quedara. 

Con el tiempo, iba menguando esa ilusión, yéndose a pique el barco de jazmines que habíamos construido. Sin darnos cuenta de que a la persona que llevábamos tanto tiempo esperando ya la habíamos conocido muchos años antes. 

En concreto, cuando nacimos. 

Porque a quien de verdad íbamos a tener toda la vida al lado, esa persona que nos apoyaría y nos querría incondicionalmente a pesar del tiempo y las circunstancias, esa persona que pintaría el mundo de colores y nos haría ver el mundo desde una perspectiva maravillosa y jamás soñada, éramos nosotros mismos.