Eres tú, sólo tú. No hay nadie más, ni lo habrá.
La felicidad es difícil de conseguir. El ser humano es muy exigente, siempre quiere más. Pero tú has conseguido que llegue a la felicidad extrema, sin desear nada más.
Soy feliz con caricias, besos y con escuchar de tus labios "te quiero".
Soy feliz con verte sonreír cada vez que me miras; con acariciarte la cara y susurrarte al oído que eres lo mejor de mi vida.
Soy feliz por el simple hecho de tenerte a mi lado, por saber que siempre podré contar contigo, tanto para lo bueno como para lo malo.
Y sinceramente, esta es la felicidad más pura. La felicidad que sólo se basa en ti y en mi, en querernos a todas horas y tenernos a ratos, en saber que vivimos el uno por el otro, necesitando del otro para seguir adelante.
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