viernes, 23 de septiembre de 2016

QUERER Y NO PODER.

Odio la sociedad actual.
No digo que no sea la correcta, para otros será perfecta, pero para mi visión de la vida y del amor, es una bazofia.
El querer estar con alguien pero no querer una relación es absurdo. No quiere que te vayas con otros, quiere exclusividad, quiere sexo y caricias, quiere que lo mimes y te preocupes, pero ¡eh! Que no quiere nada serio ni nada comprometido, que anterior a ti ya hubo otra, y está " cansado "de las responsabilidades que implica tener una pareja seria.
Pero claro, luego amenazas con irte y se acojona, no quiere perderte, pero sigue en sus trece, no quiere una relación seria y encima te insinúa que no le entiendes y parece que eres tú la mala.
No deja nada claro sobre el futuro, no sabe ni lo que quiere, y ya ni hablar de preguntar que pasará en el futuro, si las cosas se formalizarán o no.
Odio esto. Antes era fácil... La gente se comprometía, las relaciones eran duraderas y sinceras.
Sí, me diréis que esto tiene fácil solución. Hay mil peces en el mar y habrán muchos que vean las cosas como yo. Pero el problema es que yo quiero ese pez en concreto.
¿Qué hacer cuando encuentras a esa persona que te complementa? Que antes fue tu amigo, tu mayor confidente, pero surgió y ahora estás pillada hasta las trancas.
No puedo escapar. La cabeza y el corazón no siempre se ponen de acuerdo, y puede que sepa que es mejor huir, pero el corazón se aferra a esa felicidad como si no hubiera mañana, y ¿quién es el valiente de luchar contra los sentimientos?

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