Cada día que pasa das un paso hacia mi, y te acercas sigiloso, desde la distancia, para dejarme sin aliento, para que eche de menos tu voz a cada instante que no te oigo.
Siento escalofríos cuando me imagino a tu lado, dormida sobre tu pecho, sintiéndote respirar, notando cómo se acelera el ritmo de tu corazón.
Mi cuerpo, aún sin haberse encontrado con el tuyo, ya lo echa de menos, necesito de tu tacto, de tus besos, de tu aliento,...
Cada día que pasa necesito un poco más de ti, como si de una droga se tratase, necesitando cada día un poco más de la dosis diaria, hasta el momento en el que tu ausencia se convierta en insoportable, y ahí, en ese justo momento, podré decir que me he enamorado.
Hasta entonces, disfrutemos de cada instante que estemos uno al lado del otro.
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