lunes, 21 de mayo de 2012

Noche interminable.

La vida es muy dura, y le gusta que aprendamos a base de caídas tremendas.
Confié en ti, intenté pasar una noche contigo inolvidable, intentar volver, intentar ver si mostrabas algún sentimiento hacia mi, para ver si aún había alguna alternativa de volver...
Conseguí un beso, y me hiciste la mujer más feliz del planeta, y esa noche te seguí hasta el infinito, a pesar de ser todo una locura.
Fue todo horrible, pero tragué, por si conforme avanzaba la noche conseguía ver en ti una mirada que me transmitiese que me seguías queriendo, pero no, no fue así, estuviste con todo el mundo menos conmigo, luego tomaste drogas, y tuve que presenciarlo todo, tuve que aguantar mis lágrimas, mis miles de ganas de pegarte, y de sacarte de allí a tirones.
Después de esto, he abierto los ojos. No eres el mismo de antes, te has transformado, o quizás siempre fuiste aquel monstruo de anoche. Gracias por despejarme las dudas.

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