martes, 17 de julio de 2012

Miedo.

Supongo que aún no lo has entendido, yo no soy una persona normal. Nunca llegarás a entenderme, pero de todas formas, intentaré explicarte las cosas.
A mi, la felicidad me agobia. Soy insegura, y jamás tengo nada claro. El dolor ha guiado mi vida.
No tengo gustos, opiniones ni pensamientos precisos. Puedo cambiar de la noche a la mañana en cuanto a mi forma de pensar, o simplemente de color favorito. 
Para mi las heridas que deja un amor cuando pasa es una herida mortal, que es muy difícil de superar.
No puedes pretender que te diga lo que pienso, porque ni tan si quiera yo lo se.
Hoy me pasaría día y noche a tu lado, y te haría el amor mil y una veces, pero quizás mañana no quiera ni verte, y me ponga enferma el simple hecho de pensar en que me toques.
No soy nada de lo que buscas, soy demasiado compleja, demasiado loca, demasiado de todo. 
Hoy por hoy, no se lo que voy a hacer con mi vida, no se qué estudiaré, ni si acabaré casándome, o soltera de por vida. 
Quiero demasiadas cosas, demasiadas metas que seguir, pero me rindo muy fácilmente por el simple hecho de decidir y poder equivocarme. 
Vivo desde hace años en un continuo "dejar pasar el tiempo" porque el simple hecho de decidir me asusta, porque si hago lo que no quiero, acabaré viviendo una vida que no está hecha para mi, y si hago lo que quiero, probablemente acabe saliendo todo terriblemente mal.
Sin embargo, conmigo todo es extremo. O blanco o negro, o río o lloro, o te quiero o te odio, o soy extremadamente feliz o la persona más desdichada del planeta.
Nunca me gustaron los términos medios. El simple hecho de esperar, me aterra, y jamás he sabido ir despacio.
Una parte de mi desea quererte, pero otra en cambio no. Soy tan frágil como los huesos del hombre de cristal de Ameliè. 
Y quizás sea como tú dices, quizás sea una chica normal y corriente, no puedo sorprenderte, porque no tengo nada de especial, no soy guapa, ni dulce, ni extrovertida, ni graciosa, ni tengo ritmo alguno cuando bailo, ni se cantar, ni si quiera soy capaz de expresar mis sentimientos claramente en una conversación. Soy temperamental, caprichosa, soberbia, orgullosa, perezosa y muy cabezota. No tengo nada. 
Lo único que tengo claro ahora en mi vida es que quiero vivirlo todo, pero me da miedo.

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