Y lo peor de todo no es eso, lo peor es cuando algo malo que nos ha pasado en otra relación nos afecta tanto, que impide el nacimiento de otras, ya que acabamos viviendo con miedo, con temor a que nos vuelva a pasar lo que en un pasado nos hizo tanto daño.
Pero todo es superarse. Todo depende de lo que te importe la otra persona que quieres que camine a tu lado.
Porque no hay imposibles, los miedos se quitan volviendo a confiar nuevamente en las personas, aunque ello implique que después de un tiempo pueda o no defraudarnos.
Los miedos nos hacen cerrarnos a la realidad, vivir en un mundo inventado en el que somos felices, y en el que estamos a gusto, pero claro, todo ello es fantástico si no quieres compartir tu vida con otra persona.
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