Nunca lo esperas.
Sabes que tiene que pasar algún día, pero jamás esperas que sea pronto.
Y de repente, un día despiertas y sabes que algo pasa..y te enteras.
Y lo aceptas de muy buena gana.
Pero le miras y recuerdas todo, y sabes que no volverá a estar a tu lado, no volverás a abrazarle, a acariciarle, a jugar con él.
Sí, quizás sea tan solo un perro,pero has pasado años y años con él, desde que eras chiquitina.
Y te duele, te duele como si perdieses un hermano, y con él se va una parte de ti...
Sí, está sufriendo, y por ello le dejo marchar, pero nunca habrá nadie como él.
Es único, inigualable, insustituible.
Y sabes que ya nada será lo mismo...llegarán las tres de la tarde y te acordarás de que a esa hora solías sacarlo, y sabes que te falta algo que hacer cuando llega esa hora.
O verás la casa muy limpia, demasiado limpia..porque sabes que él solía limpiarse en los quicios de las puertas, y que dormía justo al lado de tu cama, y lo oías roncar por las noches, y a veces dejaba de respirar, y te quedabas muda, hasta que lo volvías a oír respirar y ya podías volverte a dormir tranquila..
Ojalá nunca llegase mañana, o simplemente que viviese eternamente..pero la vida es así, y solo doy gracias porque halla estado todo este tiempo conmigo, haciéndome reír, haciéndome feliz...
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