viernes, 13 de abril de 2012

Creer o no creer.

Jamás entenderé por qué mucha gente dice que siente algo muy fuerte, para finalmente hacerte daño. O que te digan que eres la mujer de su vida, para luego desaparecer. 
O la típica gente que suelta "te quiero" a diestro y siniestro, sin darles realmente un significado, solo cargando esa frase de falsedad, como si con ella consiguiesen algo, como si el simple hecho de decir "te quiero" les llenase el alma, pero no es así, un "te quiero" ha de salir de dentro, ser sincero...
Porque entonces, cuando lo sientas de verdad, ¿que dirás? ¿esa misma frase? Ya la habrás dicho tantas veces que pensarás que se queda pequeña con lo que sientes...
Yo cuando digo un "te quiero" es sincero y honesto, lo he dicho dos veces en mi vida, y en ambos caso, era cierto, quise de verdad, y con todo el alma. Pero me ha pasado que alguien con quien esté no valore esas palabras, y las diga a la mínima de cambio, sin darles importancia alguna.
Sinceramente, me parece estúpido, la verdad. ¿Para qué decirlo si no lo sientes? ¿Para camelar al otro? Tiempo al tiempo, si de veras te importa la otra persona, esperar es la mejor opción, porque llegado el momento,  esas dos palabras se cargan de significado, y tanto a uno como a otro los envuelve en un manto de satisfacción y felicidad, por querer y ser queridos honestamente, sin tapujos.

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