Pero entonces apareciste tú, y me llevaste a un mundo repleto de fantasía. El mundo exterior seguía siendo igual de negro, igual de horrible, pero al menos cuando respirábamos el uno del otro todos mis miedos desaparecían.
Porque tú eras la pieza que faltaba de mi rompecabezas, eras tú lo que faltaba en mi vida.
Porque me hundo en tu mirada, me elevas hasta el cielo con cada una de tus palabras, y un solo roce tuyo me vuelve loca.
No te vayas de mi lado, ahora no...
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