Me giro, y te miro.
Aún duermes y en tu rostro se dibuja una leve sonrisa.
Me encantaba dormir contigo, me encantaba girarme y chocarme contigo, me encantaba sentir tu respiración pausada en mi espalda... y sobretodo, me gustaba mirarte e imaginar qué sueñas, y el motivo de tu sonrisa de niño.
Una pena que toda esa historia acabase.
Ahora mi cama es calentada por otro, por el cual empiezo a sentir más día tras día, y tú vas siendo trasladado a un lugar oscuro de mi corazón, donde solo se esconden los recuerdos que una vez me hicieron felices, pero que finalmente me hicieron sufrir tanto que sigue doliéndome el pecho con tan solo pensar en ello.
Ahora observo otro rostro cuando despierto, y sonrío por otra persona.
Ahora me levanto con ilusión cada mañana con ganas de verle a él, solo a él, y bueno, si algún día decides volver, solo podré decirte, que las oportunidades caducan, y que mi corazón, actualmente es esclavo de otra persona, una persona maravillosa que me hace sentir mil veces mejor, y que desde luego, no dejaría que se marchase de mi lado por nada en el mundo.
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